Windows 10 y la privacidad

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Ya estamos de nuevo aquí para tratar algunos temitas de seguridad, hacking y privacidad, marca de la casa. Y hoy nos centraremos en el nuevo Windows 10, como no podría ser de otro modo.

¿Está la privacidad en peligro con Windows 10?

Windows 10 ha llegado y trae, muchas vulnerabilidades para tu privacidad, y no pocas herencias para tu seguridad que se mantienen de versiones anteriores.

Entre las vulnerabilidades que trae el nuevo sistema operativo de Microsoft y que no son achacables a versiones anteriores, sino que son un ejercicio de nuevo cuño propio de la política de la empresa de querer saber todo lo que pueda de nosotros, nuestros hábitos, datos, intimidades y demás, podemos destacar:

Que, por defecto el Sistema Operativo viene preconfigurado con todas las opciones de privacidad, no sólo al mínimo, sino explícitamente encaminadas a que Microsoft recolecte toda la información de nuestros hábitos de navegación, historial, información personal tanto online como offline, documentación contenida en nuestros discos duros (con la excusa de que Cortana precisa acceder a esta información íntima para poder darnos un “mejor servicio y atención”, etc, etc…

Mi recomendación en materia de seguridad es clara:

  • Acceder a las opciones de privacidad en “configuración” y leer hasta el último detalle cada opción.
  • Desconectar o Inhabilitar todo lo que te parezca grotesco o que atenta contra tu intimidad, tu privacidad, tu seguridad o tu información personal. (Hay tanto que deshabilitar, ya te lo anticipo, que este post sería enorme si trato una a una cada opción).
  • Desactivar Cortana si no lo vas a usar. Y si lo vas a usar, ten en cuenta que el precio a pagar en vulnerabilidad de tu intimidad es demasiado alto como para que el juguetito del asistente personal resulte ya atractivo.
Windows 10 y sus problemas de privacidad

OneDrive es otro coladero. Como podréis imaginar, por eliminación, el nuevo Windows 10 lo trae preconfigurado para que se empiece a usar con tu primer inicio de sesión. Este sistema puede recolectar tus preferencias de configuración, ajustes del sistema y las carpetas que tengas en la nube o indiques que quieres que se sincronicen. Esto no es ni seguro, ni bueno. Una cosa es que tengamos espacio cloud para nuestras copias de seguridad, y otra muy distinta es esa afición de las compañías como Google, Apple y Microsoft para que todo lo que tengamos en nuestros dispositivos esté también en la nube, ya sin consultarnos.

 

Acceder al panel de recursos, a través de “Control + Alt + Suprimir”, e ir a “Inicio” para consultar todo lo que nuestro PC tiene activado y en ejecución desde el arranque, es más que recomendable. Después, deshabilita todo lo que no conozcas (bajo tu responsabilidad), o lo que no quieras que opere desde el mismo instante en que se enciende tu ordenador, la mayoría de las veces sin tu conocimiento o consentimiento. Además de que el arranque y la fluidez de tu sistema te lo agradecerá (y lo notarás), tu intimidad y privacidad se verán doblemente agradecidas.

Recuerda siempre que Google lo sabe todo de ti desde que te conectas a internet.

Pero Microsoft, lo sabe todo de ti desde que enciendes tu ordenador.

Pero no dejaremos aquí este post. A título de herencia de Windows 8 y 8.1 el nuevo Sistema Operativo de Microsoft hereda una vulnerabilidad (ni siquiera creo que sea un bug, sino una dejadez que les viene de perlas) que atenta contra tu privacidad online.

Resulta que los buenos de Redmond se resisten con uñas y dientes a que tengas cerrada tu sesión en el antiguo Hotmail, ahora Outlook. Ya sabes que tu Windows está vinculado a una cuenta de email en outlook (invento que no es de ellos, sino que lo comenzó Google, con su política de que todos sus servicios estuvieran vinculados a una cuenta de Gmail). Los de Redmond debieron pensar, “Oye, si los de Google, que son taco de listos, hacen esto, nosotros también podemos hacerlo y con todos los PCs del mundo que tienen un Windows montado”. Y, dicho y hecho…

La versión oficial, la de siempre: que así todo es más rápido; que así nos dan un servicio más personalizados; que así todo nos resulta más cómodo.

Mi reprimenda también es la de siempre: que toda comodidad juega siempre en nuestro perjuicio personal y el de nuestra privacidad.

No importa el navegador que emplees (Explorer, Edge, Mozilla…) cuando accedes a Google o a muchas otras webs comprobarás que en la parte superior derecha de tu navegador se te presenta tu cuenta de Outlook activa, con tu imagen personal o logo (si has determinado alguno) y tu nombre de usuario. Si no quieres navegar vinculado en todo momento a esa cuenta de Microsoft puedes, en efecto, “Salir” o “Cerrar Sesión”… Sólo para comprobar un rato más tarde que, de forma automática y ya sin tu autorización (pues has decidido “cerrar la sesión”) que sigues estando conectado y vinculado a esa cuenta. Cuesta unos cuantos “Salir y cerrar sesión” que, efectivamente, quedemos desvinculados… Cosas de los simpáticos chicos de Microsoft.

Microsoft tiene una configuración por defecto que puede ser dañino para tu privacidad

En fin, que Windows 10 es una maravilla (no se me caen los anillos por decirlo). Es un avance en materia gráfica y en comodidad de experiencia de usuario. Edge es un navegador rápido, fluido y robusto. No sólo mejora el anterior Explorer de la casa, sino que ahora mismo, le pasa por encima a Chrome (también a Mozilla que sigue con su impertinente vulnerabilidad de Adobe Flash con quien parece haber hecho un pacto endiablado). Pero a Microsoft siempre le perdió lo mismo: Querer entrar hasta en la cocina. Y es normal. Desde la mentalidad de esta gente, nuestros ordenadores no son nuestros, son suyos, porque suyos son los sistemas operativos que los hacen funcionar. Además, que hayas comprado y pagado por tu sistema operativo, tampoco lo hace tuyo, porque si alguna vez te molestaste en leer los términos de la Licencia, habrás observado que no lo estás comprando, sino alquilando su uso… Todo esto hace que realmente piensen que tienen derecho (o el deber corporativo) de tener acceso a cuanto guardes, hagas, operes o lleves a cabo desde tu (SU) ordenador. Y por eso sus productos no son malos, son excelentes de un tiempo a esta parte, pero sigue ahí ese interés malsano por saberlo todo de nosotros. Y, contra eso, debemos usar el sentido común y una impenitente paciencia a la hora de configurar los productos Microsoft para que hagan lo que nosotros queremos, no lo que la compañía quiera.

Saludos a todos.

 

Editorial: Al leer este artículo podría pensar que somos una comunidad contraria a Microsoft y nada más lejos de la realidad. Cómo desarrollador siento deciros que es imposible ofrecer servicios con comportamiento personalizado para cada usuario sin obtener información del mismo. Quizás estos servicios no sean necesario o quizás sí, pero si queremos avanzar a una época donde los dispositivos se adapten a los usuarios, tendremos que ceder parte de nuestros datos a las compañías para que usen sus sistemas de Machine Learning, sin datos es imposible hacerlo.

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